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Adicciones y narcotráfico

adicciones - integración ciudadana

Vanesa Troncozo, operadora socioterapéutica en adicciones con diplomatura en estándares y calidad en asistencia en adicciones y referente de Integración Ciudadana, conversó con Sergio Seguí en FM De la Bahía a raíz de los hechos de impacto nacional, que dejaron como saldo decenas de muertos e internados poniendo al descubierto la problemática del consumo de sustancias.

“Durante los años que vengo trabajando en la temática de adicciones, más de 20, este tipo de situaciones se mediatizan, pero hay que ser muy responsables a la hora de tratar estos temas. La noticia nos golpeó muy fuerte y nos sigue impactando. Todos los días mueren personas que caen en el consumo problemático, de sustancias que son lícitas e ilícitas por eso el debate debemos darlo de manera más profunda, no solamente por un hecho que no deja de ser grave claramente, pero que en realidad son dos problemáticas complejas, la de las adicciones y la del narcotráfico, muy arraigadas en la sociedad, que requieren de transformaciones que llevan años y de acuerdos por parte del Estado e inversiones sumados a acuerdos culturales. No se trata de lo que nosotros vivamos hoy, sino de que les dejamos a las futuras generaciones. Hasta que no se den estos cambios de mentalidad, muchas veces las soluciones que se pueden dar, son parches para el momento que no transforman la problemática de fondo”.

En cuanto al tratamiento de la temática Troncozo sostuvo que hay que abordar el problema desde aristas bien diferenciadas y para dimensionar lo complejo de la situación, señaló que el abordaje debe hacerse de manera interdisciplinaria. Dentro del abordaje integral debe haber una diferenciación entre la lucha contra el narcotráfico y la atención de la persona y las familias que están atravesadas por el consumo problemático. Son dos líneas que ameritan cada una de ellas tratamientos de personas especializadas en cada temática, pero abordajes diferentes. Partiendo desde ese lado, lo integral tiene que ver con la asistencia, con la accesibilidad de un tratamiento a aquellas personas que están en situación de consumo problemático. Pero también desde una prevención que tiene que ser transformadora. Y la tarea preventiva muchas veces es bastante silenciosa pero repercute en lo que queremos transformar a futuro. Generalmente nos tapa lo emergente, e invertimos muchas veces en querer dar solución a la problemática. Es tiempo de empezar a pensar en políticas que nos permitan prevenir lo que nos toca asistir en lo cotidiano, porque sino vamos a estar siempre asistiendo y trabajando con personas que ya están en la problemática del consumo, y se nos van por abajo generaciones en las que podemos prevenir el consumo.

En la charla, también interpeló a la dirigencia política a generar consensos que permitan la materialización de las medidas concretas para afrontar esta situación adversa. Hoy tenemos en Argentina una ley de salud mental que con sus pro y contras, ha venido a cambiar un paradigma de la atención de la persona con adicción. Esta ley también requiere de inversión y de un presupuesto acorde para la plena implementación de la ley. Y es ahí donde nos falta camino recorrido, antes de pensar en legalizar el consumo, creo que debemos preparar un sistema de salud que esté dispuesto y con los presupuestos acordes para poder recibir a las personas que están atravesando una situación de consumo. Hoy no los tenemos, faltan dispositivos de atención en muchos territorios. Lo que está funciona, pero a veces es insuficiente. Esto tiene que ver también con el concepto de integralidad, que haya voluntad política más allá de los gobiernos de turno; tiene que ser un acuerdo a largo plazo, que trascienda las banderas políticas para no empezar siempre de cero. Necesitamos un acuerdo que piense la salud, el abordaje integral y el consumo problemático a largo plazo

Poniendo la mirada en nuestra ciudad expresó: En Bahía Blanca, hay un departamento de salud mental que trabaja muy bien con respecto al abordaje del consumo, también está el CPA (Centro Preventivo Asistencial) y otras organizaciones intermedias. Es necesario que esa atención primaria esté más cercana y más territorializada en lo barrial. Que la persona no tenga que tener que ir a un hospital, donde incluso en los hospitales no todo el personal de salud está capacitado para recibir a una persona en situación de consumo. La persona necesita un acompañamiento, porque a la voluntad de querer cambiar y salir de las adicciones hay que acompañarla” 

Bahía Blanca no es una excepción y sobre esta realidad a nivel local agregó que “ser consientes que el consumo problemático no es solamente de la persona que consume la sustancia ilícita. Hoy el gran problema que tenemos en la prevención del consumo, tiene que ver con el alcohol y con los psicofármacos, es ahí donde tenemos que apuntar desde la prevención. A veces delegamos toda la responsabilidad al Estado, a la escuela, o al sistema de salud, y somos las familias también las que debemos invertir tiempo en poder hablar de estos temas con nuestros hijos e hijas, desde temprana edad. Necesitamos evaluarnos como adultos, porque el consumo no es de una edad en particular. Se estigmatiza mucho a los jóvenes, pero los adultos ¿Qué estamos haciendo en cuestiones de consumo? ¿En dónde enfocamos los recursos de placer cuando queremos pasarla bien? Vivimos en una sociedad de consumos “lícitos” como el alcohol o el tabaco que son muy perjudiciales. Si realmente queremos cambiar nuestra manera de vivir, debemos cambiar nuestra manera de pensar